Cada sesión se divide en tres partes:
1. Una más física, donde se trabaja sobre todo liberando articulaciones y revitalizando músculos. Conseguimos acondicionar nuestro cuerpo a la vez que entramos en un estado armónico.
2. Otra más energética donde potenciamos la sensibilidad de nuestro organismo y el reconocimiento del estado de la energía vital disponible; además de aprender a dirigir y distribuirla en beneficio de la salud e integridad personal.
3. Por último toda una serie de ejercicios generalmente en pareja o grupo, para potenciar aun más nuestra sabiduría de nosotros mismos y lo que nos rodea, así como para aprender a adaptarnos mejor delante de situaciones adversas y afrontar los retos personales con mayor fluidez.
