Ejercicios...

Ejercicios para personas muy activas como para meditar y más suaves que la gimnasia convencional.

Sobre mi:

Aún tenía que cumplir los 8 años cuando por primera vez empecé a tomar clases de TaeKwon-Do. Era un niño tímido que le aterraba entrar en un gimnasio lleno de otros niños que no conocía, y más aún comenzando las clases como lo hice una o dos semanas después que el resto. Lógicamente, me situé en la última fila (y porqué no había más). El dato es que aquella práctica absorbió de tal manera mi interés, que en pocas semanas ya tenía un lugar en primera fila. Al terminar el primer año, premiaron mi dedicación con una copa.

Después de 10 años en un gimnasio, comencé a practicar por mi propia cuenta, a la vez que investigaba en otras disciplinas marciales y de trabajo con el Ki (Qi o chi) como el Tai Ji, Yoga, Meditación, Reiki... Y poco a poco me adentraba cada vez más en el basto y profundo mundo del Qi Gong, práctica que hoy día aún considero base para todas las demás que practico.

Con el Qi Gong aprendí a unificar cualquier aspecto mental con el corporal y sus emociones, comprobé como es de poderosa la intención. Ya había descubierto que cultivar el cuerpo no significa machacarlo en un gimnasio, así como cultivar el espíritu no significaba mortificar la mente.

A medida de que me adentraba en la Medicina Tradicional China, se amplificaba mi trabajo sobre el Qi con nuevas prácticas y conocimientos. Para mi era fabuloso cómo dos ramas (medicina y “gimnasia”) podían entenderse a la perfección, lo cual me animó aún más a continuar dentro de las artes chinas.

Y cuando parecía que nada podía sorprenderme en el campo del cultivo personal, ¡descubro la PNL con Alejandro Cuéllar! Una práctica tan enriquecedora cómo el amplio bagaje en la salud de mi nuevo maestro. De él aprendí mucho más que técnicas, aprendí cómo es de poderosa la toma de consciencia desde muy diversos ámbitos.

Ahora uso lo que bauticé Qi Gong de los Tres Caminos como práctica natural diaria. Como práctica indispensable para estar realmente bien conmigomismo y con lo que me rodea. Como práctica que me aporta sabiduría en todo lo que hago. Como práctica útil en cualquier ámbito de la vida.