Al ser practicado de manera plenamente consciente por uno mismo, se convierte en una herramienta mucho más poderosa y profunda de las que puedan disponer otro tipo de prácticas.
Su mayor ventaja y aportación es que resulta ser una técnica perfectamente asumible para personas de cualquier edad, condición física, psíquica, cultural, etc.
Su valor añadido es que no necesitas absolutamente nada para practicarlo. Con sólo tu deseo puedes extrapolar lo aprendido a cualquier ámbito de tu vida, ya sea personal o profesional.